El impacto del ministerio LSPY en la vida de las familias con un integrante sordo desempeña un papel de vital importancia al ser un faro de esperanza para las personas sordas y sus familias.
En un mundo donde la comunicación a menudo se da por sentada, las personas sordas y sus seres queridos se encuentran aislados, incapaces de expresar plenamente sus emociones y pensamientos.
Este ministerio conduce a un puente esencial, proporcionando a estas personas las herramientas y el apoyo necesarios para superar las barreras de la comunicación y lo más importante es que ese puente de comunicación es entre Nuestro Señor Jesucristo, la familia, comunidad sorda, la iglesia y la sociedad.
Mi nombre es Antonia Torales, y quiero compartir con ustedes el impacto que ha tenido en mi familia a través del Ministerio de Iglesias de sordos del Paraguay.
Mi hijo nació con discapacidad auditiva, lleva consigo una historia de desafíos y superación que nos ha unido como familia y nos ha acercado aún más al amor de Dios.
Encontrar y acudir Ministerio de Iglesias de sordos del Paraguay fue un refugio que ha traído luz a los días oscuros y ha transformado la vida espiritual de mi hijo. Ha marcado un antes y un después en su vida, puesto que, al enseñarles la palabra de Dios en su lengua natural, él pueda comprender, internalizar, vivir su fe e ir creciendo.
Antes, mi hijo estaba aislado, pero hoy, gracias al amor y aceptación de su discapacidad, se ha convertido en un lazo fuerte y vibrante con nosotros y su entorno, ver comunicarse con su familia, y con otros a través de la Lengua de Señas Paraguaya, es como presenciar un milagro cotidiano, sin duda una gran bendición.
Estamos agradecidos con Dios por el ministerio de Iglesias de sordos, que ha hecho posible que mi hijo crezca en su relación con Jesús, y nosotros, como familia, crezcamos en amor y comprensión al crear un puente de comunicación.
Que la gloria sea para Dios, el dador de este regalo extraordinario, nuestro amado hijo Cristhian.